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Emprendedor y Aprendedor

ME EQUIVOCO, LUEGO APRENDO



A pocos días del primer cumpleaños del Blog Pensando en común, echando un poco la vista atrás, puedo comprobar cómo hemos hablado de cambio, de sensatez, de generosidad y solidaridad, de oportunidades, de injusticias, de leyes, de idiomas, de riesgo, de números… No está mal, ¿no?

Siguiendo con el objetivo inicial del blog, me gustaría volver hablar de donde, humildemente, más he aprendido, “de los errores cometidos”. Ya hablábamos de esto en un post anterior CULTURA DEL FRACASO , pero quiero profundizar algo más.

En este tema, me vais a permitir que me autodenomine “un profesional”. Os cuento. Allá por el 2004, cuando las cosas iban fenomenal, en general, yo andaba vagando por la empresa como cualquier enchufado con un “buen puestecillo”. En aquella época, cuando había algún problema siempre pensaba que la culpa era de algún empleado, de cualquier estúpido cliente, de algún proveedor incompetente… Al poco tiempo, alguien me dijo: “todo lo que pase aquí es responsabilidad tuya amigo, si un empleado falla, seguramente sea porque no sabes motivarlo, si un cliente está enfadado, seguramente tenga motivos, si un proveedor es incompetente, cámbialo por otro”. Cuánta razón…

Posteriormente, seguía metiendo la pata una vez tras otra, confié en “Súper Consultoras” (lo de súper es sólo por el precio de la hora), seleccioné muy mal a personas estratégicas, quise dar una imagen falsa de mí y mi empresa, desconfié de mi gente, elegí muy mal a algunos socios…  Errores graves cuyas consecuencias se pagaron y se alargaron en el tiempo.

Hasta que llegó un día en que todo empezó a cambiar, no sé porque pero llegó un momento en el que reaccionas y te vuelves enormemente crítico contigo mismo, te reconoces culpable de todo lo que ha pasado, y aunque te hayan engañado piensas que la culpa fue tuya. Cada día me repetía para muchas situaciones “algo estaré haciendo mal…” A partir de este momento cambia el enfoque de ver las cosas, a todos los problemas intentas buscarle el lado constructivo.

Hoy en día, cuando veo a gente que está pasando por momentos similares en los que yo tomé decisiones equivocadas, dudo entre decirle que no hagan lo que yo hice porque pueden tener problemas serios, o quedarme callado, ya que esas experiencias son de lo más valioso que he tenido y donde más he aprendido, sinceramente no sé qué decirles. Creo que es muy difícil aprender bien hasta que no sufres algo. Por muchas escuelas de negocio que visites, por muchos títulos formativos que tengas, creo que después hay que “bajar a la arena”.

Después de todo me considero un tipo con suerte,  ya que alguna de estas “cagadas” en otro momento me hubiesen llevado a la quiebra de mi empresa y ruina familiar, aunque en mi mundo de esto nunca estás a salvo.

Hoy puedo deciros dos cosas de las que me siento orgulloso profesionalmente, de mis errores y de haber confiado en mi equipo (en momentos de inexperiencia no lo hice). Creo que los errores son sanos, siempre que no sean mal intencionados ni irresponsables, son parte del progreso. Y sin un buen equipo no eres nadie.

Por ello le digo a todo aquel que haya metido la pata que no se avergüence de nada y siga aprendiendo, y a todos aquellos que se mofan de errores ajenos les digo que jamás harán nada importante.

Estaré encantado de conocer experiencias parecidas que hayáis tenido.

INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO ¿SE PUEDE MEJORAR?


Con este nuevo post estoy seguro que me voy a meter en un jardín algo complicado, pero no por eso dejaré de exponer un tema que creo tiene gran importancia actualmente para la sociedad en nuestro país.



Quiero hablar del despido en España, concretamente de la indemnización por despido. Como todos sabemos, en la actualidad estamos rozando los 5 millones de parados en nuestro país. Lamentable cifra record de la que parece nadie tiene su solución a corto plazo. Se habla que hay más de 1 millón de familias con todos sus integrantes sin empleo y otras tantas sin ninguna prestación. Un escenario esperpéntico del que deberíamos salir cuanto antes sí o sí.

Una de las preguntas que me hago es ¿podría ser peor? Pues bien, si leemos y oímos la información de los medios de comunicación y algunos datos económicos estadísticos, podemos descubrir que el futuro no parece esperanzador, sobre todo si se siguen haciendo las cosas y pensando como hasta ahora.

No creo que haya otra solución que la creación masiva de empresas, ya lo he dicho muchas veces, pero la situación podría agravarse si las empresas que quedan vivas mueren y desaparecen, situación que está ocurriendo en algunos casos por que no tienen dinero para reducir su plantilla y permanecer vivas manteniendo el empleo del resto de la plantilla.

Una empresa para reducir su estructura, necesaria y lamentablemente tiene despedir a personas, y para despedir a personas tiene que pagarle la indemnización correspondiente (ya sean 45, 30 ó 20 días). ¿Qué es lo que está ocurriendo? Pues que una empresa con 100 trabajadores que, para sobrevivir, tiene que despedir a 35 no tiene dinero para hacerlo, lo que conlleva su futura desaparición y al final no cobran despido ni los 35 ni los 100, ya que la empresa al continuar su actividad con una estructura sobredimensionada pierde cada vez más dinero y quiebra al quedarse sin liquidez. Desgraciadamente conozco empresas en esta bloqueante situación y hablo con sus empleados que no cobran el salario (y aun no han sido despedidos) porque su empresa no tiene liquidez, los cuales piensan que hubiesen preferido un despido anterior con una indemnización más baja y poder cobrar desde el primer día la prestación por desempleo. Incluso alguno de ellos me cuenta que si su empresa hubiese podido reducir un 35% su estructura él/ella se habría quedado dentro de la compañía ya que era una persona capaz de generar valor a la empresa. Piensa que su empresa tenía futuro.

Ni mucho menos pretendo decir que estoy a favor de reducir o eliminar la indemnización por despido, no. Lo que quiero decir es que esta situación puede hacer quebrar a muchas empresas que tendrían proyección y futuro con una estructura menor y manteniendo el empleo del resto de la plantilla.

A diario podemos ver todo tipos de debates en los que se discute por la rebaja o no de la indemnización por despido, la típica discusión entre patronal y sindicatos. Podemos pensar que los que están trabajando en empresas sanas o administraciones no querrán ni oír hablar de este tema, pero hay otros que están en el paro o que su empresa está en dificultades que sí aceptan oír otro tipo de propuestas.

Bien, pues desde aquí quiero lanzar dos preguntas:

Al empresario - ¿Le importaría pagar la indemnización por despido en el sueldo del trabajador mensualmente?

Al trabajador - ¿Le importaría percibir, además de su salario, un complemento mensual para una futura indemnización?

Como empresario, siempre he pensado que no me importaría pagar un poco más al trabajador mensualmente con la condición de que cuando tenga que reducir o liquidar la compañía ser mucho más ágil y libre para hacerlo, teniendo la posibilidad de salvar la empresa y otros tantos puestos de trabajo. De esta manera el trabajador siempre estará cubierto y además percibirá ese suplemento SIEMPRE, no sólo cuando sea despedido, como ocurre en la actualidad, podrá hacerlo también si él quiere marcharse de la empresa por su propia voluntad. Hasta podríamos pensar en que ese complemento monetario fuese siempre destinado a un fondo del cual podría disponer el trabajador cuando quisiese. Mucha más libertad para unos y para otros, según mi opinión.

Creo que si nos ponemos de acuerdo en esto, podríamos ahorrar el cierre de muchas más empresas y su consecuente destrucción de empleo.

¿Qué pensáis?

HOLA BALANCE

Hoy tengo la necesidad de hablaros de los Estados Financieros de las empresas. En especial del Balance, el gran olvidado en la actualidad.

Como muchos sabéis, los estados financieros nos marcan la situación económica de la empresa. Esta información, habitualmente se cierra a final de año y, algunas empresas, empresarios y directivos, proceden a analizarla en esas fechas. Es muy común oír por ahí “vamos a ver como hemos cerrado el año”, “según como acabemos el año, haremos una cosa u otra”…

Pues bien, personalmente, este tipo de comentarios a veces me dan verdadero “pánico”. Me preocupa que muchos empresarios y directivos, con la responsabilidad que se les supone, tengan que esperar a final de año para saber cómo es la situación de su compañía. Parece una tontería, pero pasa con mucha frecuencia.

Según mi humilde opinión, una empresa debe estar en continua evaluación, ya sea financieramente, comercialmente, socialmente, estratégicamente… Y esa evaluación debe ser lo más crítica y sincera posible. Para ello existen multitud de procesos y sistemas a implantar que nos avisan de cualquier desviación que tengamos sobre nuestro presupuesto o planificación inicial. Pienso que, como mínimo, hemos de analizar nuestro balance y cuenta de resultados una vez al mes, aunque lo ideal es marcarnos hitos y alarmas semanales, hacer proyecciones de dichos estados financieros para estar preparados por los distintos escenarios que nos podamos encontrar en los próximos meses y tener un mínimo cuadro de mandos.

Hace algunos años me decían en una escuela de negocios que “las empresas mueren por el Balance, nunca por la Cuenta de Resultados”, y me parece muy acertado. Y más aun en estos momentos de incertidumbre. Una empresa puede sobrevivir con pérdidas algunos años en su cuenta de explotación, sólo si su Balance lo permite.

 Ahora más que nunca hemos de controlar el estado de nuestro Activo y Pasivo casi a diario. Quiero decir que debemos tener claro continuamente “que debemos” y “que tenemos”. ¿Con lo que tenemos hoy pagamos lo que debemos hoy? Aunque parezca una fácil operación no lo es, ya que será el sentido crítico que apliquemos el que nos diga la verdad. Me refiero, entre otras cosas, a que en el saldo de clientes hemos de saber qué es cobrable, qué es dudoso y qué es fallido, hemos de saber el valor real de las existencias teniendo en cuenta posibles depreciaciones y qué es líquido, hemos de tener la contabilidad al día… Haciendo este ejercicio mensualmente, sí sabremos con mucha aproximación, si nuestra empresa tiene salud o no. No podemos analizar esto al final de año porque podríamos haber perdido la oportunidad de salvar nuestra empresa.


 
Este seguimiento cercano te hace dirigir más seguro, te ayuda a tomar decisiones correctas y te puede posibilitar para aprovechar oportunidades. De esta manera puedes observar cambios de tendencia, con la importancia que tienen. En el 2005 - 2006, algunos profesionales del sector inmobiliario observaron que se produjo un cambio de tendencia en la venta de propiedades, sólo ellos tuvieron oportunidad de reacción, desgraciadamente hoy podemos ver que muy pocos hacían este ejercicio.

Concluyo con la pretensión de animar a cualquier empresa, por muy Pyme que sea, a mirar con frecuencia lo que pasa en ella. Mirar con datos objetivos, indagar con sentido crítico, actuar con responsabilidad. Estoy seguro que, algún día, sus trabajadores se lo agradecerán…





LA VIDA ES RIESGO

Algo cansado de los titulares de la prensa (sobre todo de los populistas que sólo buscan saciar la sed de sus fieles y seguidores), este verano me he limitado a hablar con la gente o leer opiniones de personas de cierto prestigio.

Aun hay demasiada gente que todavía piensa que vamos a salir de esta situación sin sufrir. Y lo peor es que hay algunos que alentan a ello. Desde mi punto de vista, es el error más grave que llevamos cometiendo tras 4 años de crisis. No hablamos claro…

Podemos estar de acuerdo en que esta situación tiene culpables con enorme responsabilidad, gente e instituciones sin escrúpulos que desean mantener su posición dominante de la que han disfrutado hasta ahora.

Dicho esto, creo que también es responsable mirarnos el ombligo y pensar que los ciudadanos también tenemos algo de responsabilidad, ¿no? Si nos quejamos de los políticos y sus decisiones, ¿porqué no los sustituimos?, si nos quejamos de los sindicatos, patronal, empresas públicas, bancos, cajas de ahorros, empresas abusadoras, corrupción, privilegios, sistemas fracasados, leyes laborales que no funcionan, fiscalidad injusta… todo esto lo podemos remplazar, cambiémoslo por algo que dé mejor rendimiento.

Si echamos la vista atrás, podemos ver que el hombre ha estado permanentemente en riesgo, era algo natural, algo con lo que se tenía que convivir. Quizá es lo que nos ha hecho progresar. Desde que el ser humano cazaba para comer, pasando por épocas de grandes epidemias hasta momentos del mundo en guerra constante, el hombre ha vivido en constante relación con el riesgo en medidas extremas. Superando esto, hemos llegado a tal nivel en el que el Estado del Bienestar nos ha hecho felices, pero débiles. Parece que el riesgo desapareció por completo y no es así, ni debe ser así según mi opinión.

Me produce verdadera “vergüenza” saber que hay países en los que cada día mueren miles de niños al poco tiempo de nacer, en los que se matan y abusan de millones de personas, en los que la miseria y la falta de oportunidades reinan por completo y en los que el riesgo es máximo. Y a nosotros lo que nos preocupa obsesivamente son los derechos, la protección y la seguridad. Ese populismo que algunos abanderan y del que hacen su agosto nos vuelve débiles y egoístas. Nos impide aprender, mejorar y ser más humanos. Pero claro, ande yo caliente… (no hay peor filosofía ni más insolidaria)

Para terminar, he decir que estoy totalmente a favor de una sociedad que crezca en derechos y protección, pero sin entrar en abusos, insolidaridad y en la eliminación de la Meritocracia.

SOLTANDO AMARRAS

Como muchos sabéis vivo en Antequera, un lugar precioso de la provincia de Málaga donde tenemos grandes dosis de cultura y espero seamos Patrimonio de la Humanidad dentro de poco. Un sitio estratégicamente situado en el que las comunicaciones son perfectas para enlazar con todo el Sur de España.
 Hasta ahora, se ha vivido relativamente bien. La ciudadanía es ejemplar en comportamiento y el sistema funcionaba de manera cómoda hasta que empezó a creer el número de desempleados. Tradicionalmente hemos sido una población enfocada a la agricultura, aunque esto fue cambiando poco a poco en los últimos 15 años, en los que creció el sector inmobiliario. Este crecimiento tan fuerte de la construcción en la provincia de Málaga, Andalucía y España en general ha ido transformando el tejido empresarial convirtiéndolo en su gran mayoría en dependiente de dicho sector. Actualmente, el tejido empresarial se ha visto golpeado de manera importante por esta dependencia y lo estamos padeciendo, imagino que como en otros muchos puntos de España. Aunque esto no es lo que más me preocupa ni de lo que os quiero hablar.
Me gusta hablar con la gente, con la gente de empresa, con emprendedores, con gente de iniciativas, incluso con los dirigentes políticos sobre temas que creo vitales para recuperar el rumbo. La mayoría de la gente con la que hablo piensa y espera que la situación se recupere en algún tiempo (por si sola), otros piensan que ya lo arreglarán los políticos, hay un gran grupo que está bastante jodido pero que no saben qué hacer, a otros simplemente les da igual, y sólo a algunos les veo con ganas de cambiar las cosas, de querer cambiar su situación.
Algunas personas tienen la vida planteada en su localidad y por nada del mundo se les ocurriría alterarla. Ojalá lo consigan, pero esa no es la actitud, desde mi punto de vista. Debe ser muy duro simplemente plantearte la opción de buscar un nuevo camino en otra ciudad, comunidad o país, pero, ¿no lo han hecho nuestros antepasados para buscarse la vida? ¿No han emigrado miles de andaluces a Cataluña y Alemania, por poner ejemplos, y salieron adelante? Lo hicieron en una época mucho más difícil que la nuestra, cuando no existían las comunicaciones y posibilidades que hay hoy. Lo hicieron para que algunos de nosotros hayamos disfrutado de la mejor época de la historia de España en calidad de vida. Quizá esta época tan gloriosa de la que hemos disfrutado nos ha vuelto excesivamente cómodos y “aburguesados”. Quizá la culpa sea de todos en general, no pretendo salvar a nadie de lo que está pasando, pienso que todos tenemos alguna pequeña aportación a la situación.
Esta situación se agrava al tener una sociedad que no habla idiomas en su gran mayoría (un servidor, el primero). No es posible que en España no sea estratégicamente obligatorio en la educación el bilingüismo (me refiero al inglés y español como mínimo), supongo que si el Presidente del Gobierno y la mayoría de los Ministros y Diputados no lo dominan ni lo necesitan, pensarán que la sociedad tampoco. En mi opinión es una limitación y una pobreza enorme.
También creo que otra situación que afecta es que somos un país eminentemente comprador de viviendas, ¿nos encantan las hipotecas o qué? cuando nos hipotecamos tenemos que tener claro que nos sometemos a un préstamo y a una localización. Comprar una vivienda nos exige, en la mayoría de los casos, vivir en una población mucho tiempo. Me parece un obstáculo muy grande para la gente que no tenemos ingresos asegurados de por vida, es decir, que no somos ricos ni funcionarios (la mayoría) ¿Cómo nos vamos a plantear ser libres y optar a oportunidades con estas barreras? Estamos limitando la exportación de nuestro talento…
No me gustaría que se me interpretase mal, pero pienso que hay muchísimas personas en esta bloqueante situación. Tampoco quiero decir que el comprar una vivienda sea un error, en absoluto. Pero veo que en España no hemos avanzado en la cultura del alquiler, en Europa en cambio parece que es una buena alternativa.
En definitiva quería deciros que estas dos cuestiones si me preocupan, y mucho, no lo que ha pasado los últimos años que ya es historia, lo que importa es lo que puede pasar si no cambiamos.
Está claro que el modelo anterior está agotado ¿Por qué no imaginamos uno nuevo?

MUJERES Y MADRES – LEYES Y EMPRESA

En España hemos tenido un Ministerio de Igualdad, el tiempo dirá para qué nos ha servido. Empiezo con esta frase, porque os voy a hablar de algo que considero totalmente injusto con la mujer, con la empresa y con la sociedad en definitiva.

Soy empresario (saludos a las 4 estupendas mujeres que trabajan conmigo) y padre, y me parece una absoluta barbaridad que una mujer sólo tenga 4 meses de baja por maternidad  en España. Creo, que como en otros países, el tiempo mínimo que un padre o madre tiene que estar con su recién nacido debe ser de 1 año, aunque hay países que ofrecen hasta 2 años de baja, prácticamente todo pagado por el Estado, pero aquí no, aquí tenemos 4 meses solamente (y un Ministerio de Igualdad). Hablo de países como Noruega, Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Lituania...

¿Por qué este peso recae también sobre las empresas en España? Tanta y tanta legislación abusiva e insostenible…no lleva a ningún sitio. Aun  algunos políticos no se han dado cuenta que cuando una empresa muere, mueren con ella muchísimos beneficios económicos y sociales. No sería más interesante que el Estado ayudase a la creación de más empresas y a que estas tuviesen condiciones favorables para la contratación indefinida de mujeres, por ejemplo ¿Significaría progreso? Entiendo que una mujer, cuando ha dado a luz o antes de hacerlo, se coja una baja más de 2 ó 3 meses, es lógico, porque su hijo la necesita, pero ¿por qué tiene la empresa que pagar esta baja? Entiendo también que una empresa con 2 trabajadores, lamentablemente, no pueda permitirse tener que pagar bajas maternales "alargadas". Estoy totalmente convencido que traer a un bebé al mundo es contribuir, en mucho, con la sociedad, entendería también que se faciliten las condiciones para ello.

¿No nos damos cuenta que hay leyes que enfrentan a empresarios y trabajadores en este País? cuando debería ser todo lo contrario. Debería haber una unión fuerte en la que empresas y trabajadores exigiesen al Gobierno legislación sostenible en el tiempo, con todo lo que conlleva la palabra sostenible… Pero, reconocer esto, quizá sea cambiar ideales muy arraigados.

El mismo ejemplo lo tenemos en la última decisión de no contemplar el Modelo Laboral Austriaco en materia de indemnizaciones.

CULTURA DEL FRACASO

Hace unos días estuve en una sesión de una conocida escuela de negocios de Málaga debatiendo un caso práctico. Este caso hablaba de Innovación, de fomentar la innovación en las organizaciones. Me gustó, mucho. Disfruté aprendiendo como en una gran compañía se provoca el espíritu innovador. A la vez, me daba cuenta lo lejos que podemos andar de este estilo de gestión, de esta filosofía, de esta manera de actuar en algunos sitios de España.
“Para innovar hay que provocar el error, hemos de permitir que la gente se equivoque…  no ascenderemos a nadie que nunca haya fallado, sólo se habrá limitado a cumplir las normas…”  estos mensajes fluían continuamente de los directivos de esta gran empresa. Desde mi humilde posición, puedo decir que es cierto, aprendemos mucho mejor y más rápido cuando probamos cosas y nos equivocamos. Es bueno, es sano, es higiénico cometer errores. Es aun mejor, aceptarlos, contarlos, debatirlos y sacarles el mejor provecho.
También me gustaría destacar una frase del CEO de esta importante empresa “Renovación es cambiar por lo menos tan rápido como las expectativas del consumidor, Innovación es ir más allá de lo que dirán los consumidores”, como podemos deducir, innovar lleva consigo el error y su correspondiente aprendizaje. Recuerdo algún anuncio de Nike o Coca Cola (de los que tocan la fibra), en los que se observa perfectamente que los creadores, fueron más allá…
La mayoría de los grandes aciertos no han venido porque se han buscado directamente, sino porque se buscaba otra cosa muy distinta, pero se ha encontrado algo mucho mejor.  Estoy seguro que Mark Zuckerberg no pensaba que Facebook iba a ser lo que es, es más creo que no buscaba, ni de lejos, lo que ha encontrado. Comenzando por la Penicilina, el Microondas o la Viagra... por citar algunos ejemplos conocidos. Pero lo que cuenta es que había gente detrás innovando, probando cosas y errando… eso es lo importante, esos es lo meritorio,  eso es… ¿lo que necesitamos?
Con todo ello, no pretendo decir que tenemos licencia para “cagarla” cuantas veces queramos y de manera catastrófica, ya me entienden.
Pero… ¿vivimos en un país que está preparado para admitir errores? Ufff, me atrevo a decir que estamos muy lejos de ello, ¿no? Más bien, podemos tener la percepción en algunos casos, de cierto placer en aniquilar al que ha metido la pata, ¿les suena? Desde la televisión, que nos ofrece en algunos programas todo tipo de lapidaciones públicas, pasando por la política, hasta en nuestra vida y círculo de amigos, observamos a gente incapaz de pensar que la vida es una carrera de fondo. Gente capaz de desterrar a otros por errores que han cometido, con más o menos culpa, con más o menos intención, con más o menos alcance.  Cuando lo ideal sería intentar recuperar a esa persona, sobre todo si es válida y dispone de ciertas virtudes para alguna materia. También son muchos los ejemplos que podemos citar, aunque esta vez me los reservo para no herir sensibilidades.
En definitiva, quería mostrar una visión, que desde mi punto de vista parece lógica y necesaria, y comentándola con alguna gente cercana, no se ve así desde otros perfiles. Hace años, en mi entorno sonaba  mucho “inventar que invente otro” o “déjate de inventos” me decían algunos cuando trataba de hacer alguna travesura. Entiendo que en este país, después de haber tocado el cielo (quiero decir con eso, haber disfrutado largos años de un buen nivel de vida, en general  y conseguir las cosas con relativa facilidad), lo que más nos angustia ahora es perderlo. Lo que más queremos y ansiamos es la seguridad, es no perder nuestro nivel de vida, nuestras propiedades, nuestro status…pero no nos preocupamos de perder nuestra capacidad, cultura, motivación, aprendizaje, competitividad, quizá esto nos lleve a conseguir lo que algún día ya perdimos.

TRABAJADORES DE PRIMERA Y TRABAJADORES DE SEGUNDA

Últimamente estoy viendo como crece el número de situaciones, desde mi punto de vista injustas, con respecto a trabajadores que no pertenecen a la administración. Me gustaría hablar y debatir sobre ello.

Parto de la base que despedir a un trabajador es una de las situaciones más desagradables, recuerdo ahora a una persona que le tengo mucho aprecio con la que experimenté hace poco este difícil momento y le envío desde aquí un fuerte abrazo. No podemos negar que hay ocasiones en las que tienes que hacerlo por la salud de la compañía, para mantener a los demás trabajadores, para poder pagar y salir adelante… Es la responsabilidad de todo aquel que ocupe un puesto de dirección, no todo es camino de rosas.

Para despejar algunas dudas, quiero decir que una empresa tiene prácticamente un sólo motivo por el que muere, y este es “el no poder pagar”. Las empresas mueren por el Balance no por la Cuenta de Resultados. Por ello, podemos decir que hay empresas que pueden sobrevivir dando pérdidas algunos años y otras con beneficios que pueden caer en cualquier momento que tengan un impagado importante.

Actualmente está pasando algo que podríamos definir como “disparatado”. Y es que hay empresas que están muriendo por que no les paga la administración o alguna empresa pública, o que sus clientes no pueden pagarle porque a su vez no cobran de la administración o empresa pública de turno. Esto es una incongruencia total. Conozco casos cercanos en los que la administración ha utilizado el dinero, que debía tener provisionado para ese proveedor, para pagar las nóminas de sus trabajadores y funcionarios. Hoy en día, todo lo que sea pagar nóminas es excusa para dejar de pagar otras cosas. Pues me atrevo a decir que no estoy de acuerdo, ya que existen empresas, sobre todo pymes, que no pueden pagar a sus trabajadores porque la administración no les paga a ellos. Pero hasta hoy, todos los trabajadores de la administración y empresas públicas están cobrando, quizá ¿tienen más derechos que los demás trabajadores? Parece que sí…

No sé hasta que momento esta situación es sostenible. No hay nada más triste para una empresa que tener que cerrar y despedir a tu equipo de trabajadores, con el que has luchado durante años y le debes la vida, y no tener ni para pagarle la indemnización por que a ti no te paga cualquier administración o empresa pública. No tiene sentido, y más aun cuando son las pymes las que crean el empleo en este pais.

Tampoco quiero culpar a los funcionarios de esta locura, ni mucho menos tienen la culpa, lo único que pasa es que están dentro del sistema de las relaciones de la poderosa administración.

Con todo esto pienso y vuelvo a decir que todos dependemos de todos. En mi opinión, la única forma de salir de esta crisis es con “solidaridad y generosidad”, todo lo que sea salvar el pellejo perjudicando a otro, siempre es mal camino.

PODEMOS

Hace algunos días tuve la oportunidad de disfrutar con un video en el que Rodolfo Carpintier (Destacado Inversor en negocios de Intenet) , durante más de una hora, nos da una gran lección de realidades en el mundo de los negocios.
Es la primera vez que tengo la oportunidad de ver una conferencia en la que el ponente no trae la típica lección a impartir o el típico tema del que habla durante más de una hora. No, en este caso, lo que hace este señor es responder a las preguntas de toda una sala llena de emprendedores con inquietudes reales, con problemáticas reales y situaciones que viven actualmente. Me parece verdaderamente sorprendente este tipo de encuentros, los considero realmente enriquecedores, muy parecidos al método del caso. Ni que decir tiene que no todo el mundo, mejor dicho, casi nadie está preparado para hacer este tipo de charlas, pocos tienen la capacidad de responder con absoluta firmeza a multitud de preguntas de todo tipo sin traer preparado ningún caso práctico ni teoría alguna. Sinceramente, me parece un ejercicio de gran valor para cualquier emprendedor y, sobre todo, para todos cualquier universitario.
Los que tenemos la tarea, entre otras, de encontrar personas competitivas, nos encontramos frecuentemente con gente de trayectoria universitaria brillante, algunas de ellas, espectaculares. Aunque, desgraciadamente, no todas quieren o tienen lo que necesitamos las empresas, repito, “no todas”, no quiero generalizar.
Hace poco tiempo, he tenido la oportunidad de conocer a un chico de 25 años con el que colaboramos,  que me dice que dejó la Universidad hace algunos años “porque iban muy despacio…” , que quería hacer cosas por su cuenta en ese momento. Este chico, hoy es un empresario de éxito con una gran facturación, más de 25 personas a su cargo y un futuro espectacular. Esto no quiere decir que tengamos que dejar de estudiar, no por favor¡¡¡ Quiero decir que este joven, en un momento de su vida tuvo claro lo que tenía que hacer  y lo que quería hacer, y lo más importante, lo hizo. Ha conseguido montar su empresa tecnológica y ser muy competitivo en su sector, con 25 años¡¡¡
Personalmente, creo que esto es riqueza para un país. Ver a personas que son capaces de emprender, crear, innovar y competir es un auténtico placer. También pienso que esta crisis puede sacarnos ese amor propio para hacer cosas de este tipo. No todo puede estar basado en poner la mano, en “que me den un trabajo”, en que me paguen, no puede ser…no es sostenible, hemos de hacer algo más.
Desde este ejemplo, animo a todo aquel que tenga inquietudes, que quiera hacer cosas, que sienta que puede aportar algo interesante, que no dude en intentarlo. Por suerte hoy tenemos en internet toda la formación e información que nunca hubiésemos soñado. Aunque pensemos que no, tenemos oportunidades que nos esperan a la vuelta de la esquina, solo hace falta una cosa: QUERER.

 El video de Rodolfo Carpintier lo pueden ver aquí: http://www.vimeo.com/20101250 Puede ser un buen comienzo. Animo.

NOS NECESITAMOS ¿LO SABEMOS?

Casi todas las mañanas, en mi trayecto diario de casa a la “guarde”, de la guarde al cole y del cole a la oficina paso por la puerta del INEM de mi ciudad sobre las 9 menos 10 de la mañana. Lamentablemente no es muy atractivo el panorama, pero me hace llegar al trabajo con las ganas y fuerza suficientes que merecen la responsabilidad de los que tenemos trabajo actualmente. Piensas que ojalá tuvieses la opción de ofrecer oportunidades a varias personas de esa "larga cola" cada mañana, pero la realidad es otra. Cuando observas su mirada, te sientes un privilegiado, pero también una profunda responsabilidad por hacer algo más.
Por otro lado, en el día a día, también encuentras algunas personas que parece que esto no va con ellos. Gente que ahora están mejor que antes, que se quejan continuamente por “algún recorte”, que disfrutan de horarios y responsabilidades privilegiadas. Gente de todo tipo que piensa que su rocosa situación es indefinida, se equivocan.
No creo que nadie tenga el puesto asegurado en esta sociedad, por muchos derechos que posean. No creo que la sociedad admita tanto distanciamiento en tan poco tiempo, fundamentalmente en seguridad y calidad de vida.
Si algo me ha demostrado la actual situación es que verdaderamente “nos necesitamos” más que nunca. No somos nada los unos sin los otros. ¿Que más necesitan los desempleados que miles de nuevas empresas? ¿Qué más necesitan las empresas que una sociedad “empleada” y con recursos y ánimo para gastar? ¿Qué más necesitan los funcionarios y políticos que todo lo anterior? ya que viven de ello, aunque algunos no lo sientan así…
Estoy convencido que no existe mejor política social que la "obsesión" por crear empleo en este momento. La pregunta es, ¿Quién puede crear empleo? ¿Cómo está de ánimos ese tipo? ¿Y de dinero? ¿Y de impedimentos? ¿Cómo anda de reputación social?
Las encuestas que leo últimamente preguntan a empresarios y emprendedores si prevén crear empleo en 2011, si prevén destruir empleo en 2011, si prevén mantener o disminuir ventas… ¿Por qué no les preguntan que necesitan para crear empleo? ¿A que se comprometerían si les ayudan? a lo mejor no gustan las respuestas… No hay nada más deseado por la empresa actual que tener la necesidad de crear puestos de trabajo, de generar negocio (con el que se crean puestos indirectamente), de satisfacer necesidades…         
¿Hay algo tan importante y estratégico que el empleo actualmente?

AMAGOS DE SENSATEZ

Recientemente hemos tenido ocasión de comprobar cómo un juez navarro defiende la entrega de un bien inmueble (un piso en este caso) a cambio de la deuda que su propietario tenía con la entidad financiera. Al parecer, esto se contradice con la Ley Hipotecaria en España, que fija doble garantía, la casa y la deuda en sí. Es decir, el banco se queda con la casa, actualmente tasada por los suelos, y aparte te exige (embarga) por la diferencia. ¿Os parece justa esta ley? A mí no…
He de decir que no soy experto en banca ni en leyes, pero intento serlo en sentido común. Estoy seguro de que la banca es muy importante en este país, y ahora más, también me encuentro convencido de que al sistema financiero no se le puede dejar caer, podemos estar de acuerdo en muchas cosas a favor de la banca y su necesaria función. Pero no por eso han de “vencer siempre”.
Se pretende salvar a la todos lo operadores financieros, independientemente de sus acciones. De sobra sabemos que hay bancos y cajas de ahorros que lo han hecho bien, que han estado dirigidas correctamente, que no han hecho barbaridades, han cumplido su misión y están fortalecidas. En cambio otras, sobre todo cajas, mejor no comentar. ¿También deberían ser salvadas? ¿Y sus administradores, consejeros, políticos…sillones en definitiva? Me parece justo que salven a sus empleados, ni que decir tiene. Pero ¿qué premio obtiene la entidad que lo ha hecho bien, aun sufriendo perdidas de cuota de mercado gracias a otras que hacían locuras? ¿Ninguno? Entonces ¿porque lo van a hacer bien en el futuro?
Creo que el gobierno hizo lo correcto al proteger los depósitos de los ciudadanos hasta 100000 Euros, que no es poco. Irlanda en cambio ha caído por garantizar “todo” a los bancos. Ha caído un país por sus bancos ¡¡¡  ¿Por qué pasa esto? ¿Realmente tienen tanto poder?  Si es así, ojo…
En definitiva, me gustaría hacer debate con quien quiera opinar, sobre las ayudas y la paciencia indefinida que se le concede a la banca y a otros organismos sobre tantos temas. Y más grave aun cuando han tenido mucha responsabilidad en lo que está pasando. Sinceramente pienso que la crisis la están pagando los trabajadores, las pymes y los autónomos, estos últimos creando más del 80% de empleo en España ¿Con ellos no hay paciencia, no hay justicia?
Quizás, actuaciones como la de este juez de Navarra empiecen a mostrar el camino…

CAMBIAMOS...¿DESPACIO O DEPRISA?

En este primer post, me gustaría hablar de lo tradicional. Voy a llevarle la contraria, aunque sea por un día, al mundo actual donde están tan de moda la innovación, las nuevas tecnologías, las redes sociales…

Como bien sabemos, el mundo está cambiando a una velocidad impresionante. La formas de comunicación de las que ahora disponemos son sustancialmente distintas a las de hace muy poco tiempo. Observamos día a día como se quedan “antiguas”, algunas innovaciones que fueron novedosas hace pocos años, incluso meses. Cada día que pasa conoces una nueva  red social, un nuevo “cacharro tecnológico”, una nueva aplicación, una nueva tecnología que mejora las anteriores y es mejorada al poco tiempo, otra que mejora las anteriores y su servicio es gratis… La verdad es que este ritmo me apasiona, pero…

¿Quién sigue el ritmo? Pocos, de momento. ¿Quién está dispuesto a seguirlo? Pocos, de momento. Sinceramente pienso que no puedes estar al tanto de todo, a no ser que te dediques a ello. Me parecen fantásticos los nuevos modelos de negocio que se crean de este crecimiento tecnológico, me encantan. Me parecen estupendas las nuevas formas de comunicación que tenemos a nuestro alcance de manera “gratuita”. Me importa mucho que todo esto repercuta en la economía y formación de nuestra sociedad, espero que sea así.

Pero tengo que dedicarle algo de esta reflexión a los que se quedan atrás. Que pasará con ellos, que pasará con sus negocios, que pasará con su forma de entender las cosas…No podemos olvidar que hay muchas personas muy alejadas del “nuevo mundo”, y algunas que nunca llegarán a él. Personas de todo tipo de status, cultura, y geografía. Por ahora son amplia mayoría. Aun triunfan sus modelos de comportamientos, de comunicación, de negocios, aunque estén sentenciados por algunos.

Intento deducir como puede evolucionar este auge de las nuevas tecnologías y no logro ver nada claro. Pienso que puede haber un distanciamiento entre personas, algunos hablarán por teléfono y otros por Twitter, pero… ¿y cuando necesiten hablar entre ellos? ¿Podemos pensar en gente tecnochic y gente tradicional? Conozco a gente que nunca tendrá cuenta en Facebook, que no quieren tenerla, negocios que no quieren/pueden cambiar de filosofía, por el contrario, oigo cosas como que el email está muerto, los blogs igual, Foursquare está sentenciado (acabo de conocerlo)…no logro acoplarme a esa velocidad.

Me da la impresión de que algunas personas desisten en intentar actualizarse porque no ven nunca una meta, porque va todo muy deprisa, porque no lo entienden…y es verdad.

Espero que el acceso a la tecnología esté siempre al alcance del máximo de personas posible, pero sobre todo, y para mí, lo más importante, el acceso a la FORMACIÓN, a la “buena formación”, a la que se aprende de verdad, a la que es rentable, a la que engancha, a la que nos hace mejores personas…en fin, ya me entienden.

BIENVENIDA

Hola

Hoy inicia su camino este blog, con el objetivo de no aburrir a muchos e interesar a algunos.

Espero no molestar demasiado en mi propósito de hablar y, sobre todo, escuchar sobre temas interesantes.

Un saludo.