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Emprendedor y Aprendedor

DE QUIEN VIVIMOS


Hace unas semanas estuve descansando 3 días en la Costa del Sol con la familia. La verdad, es que despejar la cabeza de verdad durante algunos días es altamente recomendable para luego volver a dar guerra.

Si no recuerdo mal, la noche del lunes día 3 de Septiembre, estuve dando un paseo por Puerto Banús. Llevaba un par de años sin pasar por allí y, tengo que decir que tenía un mal recuerdo de Banús cuando lo visité en estos últimos 6 ó 7 años. Pero esta última vez fue diferente. Tuve una grata impresión porque estaba lleno, la mayoría de restaurantes estaban completos y en algunos había largas colas para entrar. Mucha gente paseando y consumiendo en las tiendas y establecimientos del puerto. Sinceramente, me alegró ver tan buen ambiente un lunes y más aun en Septiembre, no lo esperaba.

Esa noche, recordé una frase de un profesor que tuve en una escuela de negocios en el 2006, el me dijo: “Lo que pasa en Marbella, en menos de 2 años pasa en España”. Él ya avanzó en aquella época que venían muy malos tiempos, especialmente para el mundo inmobiliario, en España, ya estaba notando lo que nos esperaba, porque Marbella tenía síntomas. Ojalá tenga razón otra vez…

También observé esa noche que la gran mayoría de la gente que estaba consumiendo en los repletos restaurantes eran extranjeros. Desde que entré al puerto y durante el largo paseo no paré de examinar y todos eran “guiris” ;)

Esto también me hizo pensar. Recordé, cuando era pequeñito y visité alguna vez Puerto Banús que, antes siempre era así. Eran los turistas extranjeros los que “asaltaban” restaurantes y bares cada noche y los españoles tenían sus establecimientos preparados para ellos con los que vivían todo el año, hacían “el Agosto”.

La única diferencia que noté esta noche de Septiembre fue que muchos establecimientos y muchos empleados de estos establecimientos no eran españoles. Pude ver cómo me atendió un argentino al comprar un helado, un árabe para unas botellas de agua y una chica alemana (creo) al pedir un refresco. Gente que humildemente se busca la vida trabajando.

Algo me enseñó esa noche. Hubo una época en la que dejamos de ser nosotros para convertirnos en ellos. El largo tiempo de crecimiento insostenible que hemos “disfrutado” en este país nos ha hecho perder el sentido en muchas cosas. Pasamos de estar atendiendo a turistas europeos a estar al otro lado de la barra como ellos, pagar la cuenta y que nos atiendan otros. Y parece que ahora no queremos volver a ser lo que éramos.

Si hay algo que quiero enseñar a mis hijos es que sepan de quien vivimos, de donde viene cada euro que cae en nuestro bolsillo y porque.

NO NOS DISPAREMOS ENTRE NOSOTROS


Después de algunos días sin aparecer por el blog y viendo algunos de los acontecimientos de estos últimos días, me animo a este breve post.

Ayer, el día de la huelga general, pude observar ciertos comportamientos y declaraciones que, sinceramente, me hicieron sentirme triste. Os comento algunas de ellas:

    1 -   “Un empresario es aquel que gana dinero aprovechándose de los demás”

    2 -   “Ahora podrán despedir que es lo que siempre han querido…”

    3 -   “Hemos vuelto a la época de la explotación del trabajador…”

    4 -   También oí críticas a los empresarios por ganar mucho dinero, pero a la vez por quebrar y enviar a personas al paro. Sinceramente, no sé qué papel nos pretenden dar algunos. 

    5 - Gente que no habla de Empresario, sino de Emprendedor, parece que les da "alergia" decirlo. Me gustaría decir que un emprendedor es un empresario con la "L".

Podría seguir todo el día, pero prefiero no apenarme aun más.

Hoy, también he podido comprobar cómo en algunos municipios en España, se ha votado en contra del plan de pagos a proveedores. No sé con qué intención, sinceramente, la desconozco, pero para mí es incomprensible.

Lo que más impotencia me da es que dependiendo quien tome las medidas en España, da igual que sean más o menos acertadas, SIEMPRE va a haber mucha gente en contra. Cuando el gobierno anterior tomó buenas decisiones, le llovían las críticas, y ahora con el actual pasa lo mismo. Esto me hace pensar que podemos entrar en una situación bloqueante, sin los avances que tanto necesitamos. Podría ser muy peligroso dejarnos influenciar por colores políticos y dejar de pensar en lo realmente importante para un país que, porque no decirlo, está muy tocado.

Ni que decir tiene que condeno absolutamente todos los abusos que cometen “malos empresarios” que los hay contra los trabajadores. Y también estoy a favor de buscar la mayor protección para los trabajadores. Pero creo que el país necesita gente competente que emprenda, facilitar que la gente monte negocios y cree empleo, en eso debemos estar todos de acuerdo e ir de la mano ¿no?. No creo que “demonizar” al empresario sea la solución.

PONGAME UNA EMPRESA POR FAVOR…


Tras el enésimo intento de comprar una nueva empresa, me animo a escribir este post con el que pretendo mostrar algunas experiencias y, como siempre, aprendizaje con el que poder ayudar.

Desde hace 4 años aproximadamente, cuando ya olíamos el tufillo de la crisis en nuestra empresa, con el afán de crecer, diversificar, compartir estructura, rendimientos de escala… sobrevivir en definitiva, me aventuré a la búsqueda (no demasiado activa) de alguna empresa para comprar. Tras este periodo, puedo decir que han sido más de 20 los casos de estudio, 7 de manera profunda y 1 sola adquisición.

Lo primero que tengo que comentar es que es un ejercicio “súper recomendable” para cualquier persona de negocios o emprendedor con ganas de aprender. Las experiencias tan diferentes, las personas con las que negocias, la situación de cada negocio, el sector, la financiación, la legislación, los abogados…todo ello te enriquece de temas que desconocías hasta el momento.

También recalcar que es difícil cerrar una operación, evidentemente unos quieren vender lo más caro posible y otros comprar al precio más bajo. Pero aun así, el camino que recorres merece la pena.

Ni que decir tiene que es mucho más barato comprar una empresa en funcionamiento que crearla y hacerla funcionar, a veces insultantemente más barato desde mi punto de vista. Un gran porcentaje de empresas de reciente creación mueren antes de los 3 años. Este dato refuerza aun más la oportunidad que significa la compra de una empresa en funcionamiento.

Existen empresas, franquicias, bufetes… dedicados a la compraventa de empresas donde se pueden buscar  y ofrecer empresas para la compra o la venta. Este tipo de “mediadores” suelen hacer una valoración de la compañía (ya que la cobran) y también comisionan cuando se cierra la operación. Pero, aparte de ellos, las oportunidades están en muchos otros lugares.

Yo además, intento escuchar, indagar y tener “la caña echada” por algunos sitios. A veces, rozando la imprudencia, incluso he preguntado a empresarios cuya empresa me podría interesar, si les interesaría venderla. Algunos se ofendieron, otros dijeron NO en “aquel momento”, unos querían convertirse en millonarios en un día, y pocos pero suficientes me dijeron que pensarían un precio.

Pienso que existen muchas oportunidades de negocio y opciones de mantener y crear empleo en el mercado actualmente con esta alternativa. ¿Cuántos empresarios de cierta edad estarían dispuestos a oir una propuesta seria por su compañía? ¿Cuántos emprendedores o trabajadores con cualidades y ganas querrían una oportunidad de tener un negocio en sus manos y financiarlo cómodamente? Pues estas situaciones existen, hay empresas que sólo tienen valor para ciertos compradores, por lo que sus propietarios estarían dispuestos a negociar los pagos. Mi gran amigo Marcial Bellido sabe mucho de ello.

Lógicamente hay que hacer una minuciosa estrategia de investigación en cada ocasión. Hemos de conocer el sector, hemos de conocer a algunos clientes y proveedores, hemos de estudiar y auditar la contabilidad, observar las tendencias pasadas, dependencias de grandes cuentas o no, pasivos ocultos, saber como se financian entrevistar y hablar repetidamente con los trabajadores… Cualquier hallazgo de información es bueno.

En algunos casos, donde la empresa en cuestión cobra y paga a 90 días o más, se puede valorar un balance a una fecha, tomar posesión de la gestión con un compromiso de compra y a los 3 ó 4 meses pagar las diferencias que se hayan producido en dicho balance. En estos casos el saldo de clientes y de proveedores y acreedores puede ser dudoso y mejor esperar unos meses a ver como evoluciona.

Han existido situaciones en los que las indemnizaciones acumuladas de trabajadores eran tan grandes que no se cerró la operación, posteriormente supe que la empresa cerró y los trabajadores fueron al paro. Cada vez estoy más convencido de la actual ley de indemnización por despido destruye empleo, lo veo cada día y creo que existen soluciones, por ejemplo INDEMNIZACION POR DESPIDO ¿SE PUEDE MEJORAR?

Con esta historieta pretendo aportar mi granito de arena y ofrecer otros caminos menos usuales pero igualmente válidos. Ojalá cerrasen cada vez menos empresas porque haya personas elegidas para continuar con ellas, con sus empleados y contribución a la sociedad. Nos va la vida en ello…