Tras el enésimo
intento de comprar una nueva empresa, me animo a escribir este post con el que
pretendo mostrar algunas experiencias y, como siempre, aprendizaje con el que
poder ayudar.
Desde hace 4
años aproximadamente, cuando ya olíamos el tufillo de la crisis en nuestra
empresa, con el afán de crecer, diversificar, compartir estructura,
rendimientos de escala… sobrevivir en definitiva, me aventuré a la búsqueda (no
demasiado activa) de alguna empresa para comprar. Tras este periodo, puedo
decir que han sido más de 20 los casos de estudio, 7 de manera profunda y 1 sola
adquisición.
Lo primero que
tengo que comentar es que es un ejercicio “súper recomendable” para cualquier
persona de negocios o emprendedor con ganas de aprender. Las experiencias tan
diferentes, las personas con las que negocias, la situación de cada negocio, el
sector, la financiación, la legislación, los abogados…todo ello te enriquece de
temas que desconocías hasta el momento.
También
recalcar que es difícil cerrar una operación, evidentemente unos quieren vender
lo más caro posible y otros comprar al precio más bajo. Pero aun así, el camino
que recorres merece la pena.
Ni que decir tiene que es mucho más barato comprar una empresa en funcionamiento que crearla y hacerla funcionar, a veces insultantemente más barato desde mi punto de vista. Un gran porcentaje de empresas de reciente creación mueren antes de los 3 años. Este dato refuerza aun más la oportunidad que significa la compra de una empresa en funcionamiento.
Existen
empresas, franquicias, bufetes… dedicados a la compraventa de empresas donde se
pueden buscar y ofrecer empresas para la
compra o la venta. Este tipo de “mediadores” suelen hacer una valoración
de la compañía (ya que la cobran) y también comisionan cuando se cierra la
operación. Pero, aparte de ellos, las oportunidades están en muchos otros
lugares.
Yo además,
intento escuchar, indagar y tener “la caña echada” por algunos sitios. A veces,
rozando la imprudencia, incluso he preguntado a empresarios cuya empresa me
podría interesar, si les interesaría venderla. Algunos se ofendieron, otros dijeron
NO en “aquel momento”, unos querían convertirse en millonarios en un día, y
pocos pero suficientes me dijeron que pensarían un precio.
Pienso que
existen muchas oportunidades de negocio y opciones de mantener y crear empleo en
el mercado actualmente con esta alternativa. ¿Cuántos empresarios de cierta
edad estarían dispuestos a oir una propuesta seria por su compañía? ¿Cuántos
emprendedores o trabajadores con cualidades y ganas querrían una oportunidad de
tener un negocio en sus manos y financiarlo cómodamente? Pues estas situaciones
existen, hay empresas que sólo tienen valor para ciertos compradores, por lo
que sus propietarios estarían dispuestos a negociar los pagos. Mi gran amigo Marcial Bellido sabe mucho de ello.
Lógicamente hay
que hacer una minuciosa estrategia de investigación en cada ocasión. Hemos de
conocer el sector, hemos de conocer a algunos clientes y proveedores, hemos de
estudiar y auditar la contabilidad, observar las tendencias pasadas,
dependencias de grandes cuentas o no, pasivos ocultos, saber como se financian entrevistar y hablar
repetidamente con los trabajadores… Cualquier hallazgo de información es bueno.
En algunos
casos, donde la empresa en cuestión cobra y paga a 90 días o más, se puede
valorar un balance a una fecha, tomar posesión de la gestión con un compromiso
de compra y a los 3 ó 4 meses pagar las diferencias que se hayan producido en
dicho balance. En estos casos el saldo de clientes y de proveedores y
acreedores puede ser dudoso y mejor esperar unos meses a ver como evoluciona.
Han existido situaciones
en los que las indemnizaciones acumuladas de trabajadores eran tan grandes que
no se cerró la operación, posteriormente supe que la empresa cerró y los trabajadores
fueron al paro. Cada vez estoy más convencido de la actual ley de indemnización
por despido destruye empleo, lo veo
cada día y creo que existen soluciones, por ejemplo INDEMNIZACION POR DESPIDO ¿SE PUEDE MEJORAR?
Con esta
historieta pretendo aportar mi granito de arena y ofrecer otros caminos menos
usuales pero igualmente válidos. Ojalá cerrasen cada vez menos empresas porque haya personas elegidas
para continuar con ellas, con sus empleados y contribución a la sociedad. Nos
va la vida en ello…
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